La psicología de los eneatipos: Usos y abusos

La psicología de los eneatipos, o eneagrama, es una excelente herramienta de autoconocimiento y nos permite vislumbrar con claridad los modos de ser, estar y hacer propios y los de los demás. Sin embargo, todo poder conlleva una responsabilidad y un saber hacer. ¿Cuándo hacemos un buen uso, y cuándo un mal uso de la psicología de los eneatipos?

“Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia.”

Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.


La psicología de los eneatipos como mapa

El eneagrama es un mapa de la personalidad complejo y profundo.

Es una herramienta muy poderosa.

Como todo mapa a veces no abarca todos los territorios de la realidad humana.

El mapa no es el territorio, dijo Korzybski, el origen de esta frase es muy ilustrativo. En la Primera Guerra Mundial parece ser que la afirmó cuando cayó, junto con la tropa que dirigía, en una profunda fosa que no figuraba en los mapas.

Ningún mapa podrá jamás abarcar completamente el universo de la experiencia humana.

Lo que sí nos permiten los mapas es poder navegar por el océano experiencial.

La psicología de los eneatipos es una excelente herramienta de autoconocimiento y nos permite vislumbrar con claridad los modos de ser, estar y hacer propios y los de los demás. Nos facilita y nos empodera. El saber cómo es mi carácter, y el de los demás, me facilita gestionar mis relaciones con un mayor autoapoyo y orientacion. Conocer como funciono/amos favorece una mejor gestión de las vivencias por las que transitamos.

Todo poder conlleva una responsabilidad y un saber hacer. Y a veces se usa de un modo ecológico y a veces de un modo tóxico. El fuego puede calentar o quemar.

¿Cuándo hacemos un BUEN uso de la psicología de los eneatipos?

Hacemos un buen uso de la psicología de los eneatipos cuando:

  • Accedemos a un mayor autoconocimiento a través de una actitud honesta con nosotros mismos, con nuestros dones y miserias, explorando nuestra forma de ser mediante un trabajo de conciencia.
  • Exploramos desde la curiosidad el misterio de lo humano.
  • Facilitamos la comprensión mutua. El reconocer el carácter del otro, su estrategia para afrontar lo que le es fácil o difícil es importante que favorezca la compasión y la amabilidad con el otro. Todos sufrimos, de distinta manera y por distintas cuestiones que nos mueven y conmueven. Se trata de aprender a reconocer y atender el sufrimiento propio y del otro.
  • Nos permite reconocer y gestionar de un modo amable nuestras facilidades y nuestras dificultades, las piedras con las que siempre tropezamos y nos ayuda a ver y convivir con un otro que hace lo que puede con la cruz que lleva.
  • Contactamos con su sentido de unión, todos nos configuramos desde nuestro sufrimiento y construimos una estrategia ante nuestras angustias básicas. Todos poseemos un carácter.
  • Clarifican nuestras relaciones y qué se le mueve a cada persona desde su carácter.

¿Cuándo hacemos un MAL uso de la psicología de los eneatipos?

Hacemos un mal uso de la psicología de los eneatipos cuando:

  • Cuando calificamos/juzgamos la conducta del otro sin profundizar en su experiencia o la banalizamos con expresiones del tipo “esto es una sietada” o” esto es típico de un eneatipo 3 desconectado”.
  • Un mal uso sutil es cuando nos condicionamos a través de la categoría diagnóstica, “cuando supe que su eneatipo era el 6 enseguida supe que no nos entenderíamos jamás”.
  • Cuando lo usamos como un arma de doble filo y de repente la usamos como una agresión encubierta o como un arma arrojadiza. Minimizamos y maltratamos al otro, “esto te pasa por ser una 9 sumisa” desde nuestro conocimiento del eneagrama.
  • Si limitamos nuestras relaciones desde el prejuicio del conocimiento, “nunca me veras con un eneatipo 2” y las rigidificamos “yo solo me relaciono con mentales, los emocionales son unos pesados, me sacan de quicio”, y dejamos de trabajarnos qué nos pasa con algo que no es difícil.
  • Otra perversión de este conocimiento es justificarnos desde el mismo, “sabes que pasa que soy un eneatipo 7 y me cuesta mantener compromisos” en vez de dar la cara y confrontar nuestras facilidades y dificultades.

Toda disciplina terapéutica debe ir acompañada de una ética del cuidado.

Quizás este sea el único «debería» obligatorio de todo conocimiento.

Somos complejos, somos más que un carácter.

Somos humanos.

Une el poder orientador de la psicología de los eneatipos con una mirada humana y profunda hacia la experiencia humana. Sé humilde, no des por supuesto como el otro es o cómo vive lo que vive.


Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles,

sino más misteriosas.

Albert Schweitzer (1875-1965) Filósofo, médico y escritor alemán.


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