El confinamiento total ha producido conflictos, bendiciones y movimientos emocionales en las parejas que convivían y en las que no vivían juntas, especialmente si los espacios eran limitados, ya había fisuras previas sin resolverse o si era una relación a distancia.

Es importante atender al vínculo de pareja, una vez empezamos a salir de la cuarentena. Y ver las repercusiones del tsunami sanitario que hemos vivido en nuestra relación de pareja.

Toda experiencia traumática deja efectos y secuelas psicológicas, tanto a nivel individual como de pareja.

📌 Hay que tener en cuenta, que en una relación afectiva existe una experiencia individual y una experiencia de pareja, ambas a atender y cuidar.

En este sentido, para atender la salud de la pareja es importante primero atender el propio equilibrio emocional. Es importante empezar por uno mismo antes de dirigirnos al otr@.

Si somos capaces de autogestionarnos de un modo eficaz y sostener los cambios radicales en nuestra vida cotidiana y/o la incertidumbre constante a la que nos enfrentamos estaremos más disponibles y aptos para atender y gestionar las dificultades de pareja derivadas del desgaste que nos ha producido el confinamiento.

📌es importante tener en cuenta que en el contexto de confinamiento o cuarentena, del que estamos empezando a salir, han confluido una serie de factores que interactúan entre sí y que aumentan la intensidad de las tensiones en las personas, parejas, familias…

Algunos de estos factores estresores causantes de crisis en la pareja, a atender son;

• Sobredosis de contacto y la convivencia.  Para nuestro equilibrio emocional necesitamos espacios de retirada, estar con nosotr@s mism@s para digerir y asimilar lo que nos va ocurriendo durante el día. Esto se hizo especialmente difícil en el confinamiento sobre todo cuando teletrabajamos y/o los espacios son pequeños. Es vital reiniciar espacios propios en la medida de lo posible.
• Recuperación progresiva de los espacios de ocio, vida familiar, espacios propios, de placer social o personal,…  los cuales forman parte de ese espacio personal de retirada que tod@s necesitamos para nuestro equilibrio emocional y que perdimos en anteriores fases de la crisis sanitaria. 
• Empezar a descargar a la pareja de ser la única fuente de amor, ternura y cariño.
• Seguir atendiendo a nuestras angustias, sea la económica o la de contagio. Seguimos lidiando con la incerteza económica, cada cual desde sus circunstancias particulares, con muchas diferencias según los recursos personales y económicos que tenga cada un@, lidiar con la ansiedad y la incertidumbre. Atender estas angustias y ser conscientes de ellas, permite no arrojar a nuestra pareja, ansiedades o agresiones, e incluirla desde el compartir amistoso.
• Reconocer las secuelas propias de la angustia de contagio. Hay muchas personas muy afectadas por el miedo y la ansiedad, llegando a desarrollar conductas fóbicas y evitativas que son contraproducentes para su salud emocional y mental. Ahora con la desescalada estos miedos pueden exacerbarse y pueden ser, por el ansia de protección, proyectados en la pareja e hij@s, generando la voluntad de control de lo que hace y lo que no hace la otra persona desde el miedo y la crítica. Es importante fomentar la comunicación, llegar a pactos para que tod@s estemos tranquil@s en este proceso de desescalada.
• Reconocer si han quedado secuelas de contacto en el área de la sexualidad o de la ternura, es importante compartir si existen temores o fobias al contacto íntimo.

Si deseas profundizar puedes leer más artículos sobre la gestión de la incertidumbre y del miedo en nuestro blog. 

• Pérdida de un familiar, amig@ o persona cercana. Puede ser que un@ o amb@s miembr@s de la pareja haya perdido a una persona querida. Es importante atender mi propio duelo y acompañar a la pareja en el suyo. Cada persona tiene su propia manera de vivir el duelo y su tempo de digestión. Acompañar es respetar y no juzgar lo que la otra persona va necesitando.

Puedes leer más artículos sobre el duelo en nuestro blog

Por otro lado, las tensiones de pareja precisan la búsqueda de recursos para gestionarlas. Os dejamos algunos puntos para la reflexión y la gestión de las crisis de pareja en cuarentena. Una invitación para mirar cómo todas estas cuestiones os pueden estar afectando en vuestra relación de pareja;

“La conciencia es la mejor arma para afrontar nuestras dificultades, nos saca del infantilismo y nos empodera, los recursos adultos aparecen y nos sentimos capaces»

• Muchas tensiones en la pareja ya existían antes de la cuarentena; la convivencia forzada las ha incrementado o las ha hecho más obvias, pesadas o molestas. La parte buena de esta hipervisión es que cualquier resto de idealización anterior queda disuelta y pasamos a vivir en la realidad de lo que me gusta y no me gusta de mi pareja.
• No precipitarse a separarse o a tomar decisiones drásticas. Hay que darse tiempo, escucha, comprensión antes de tocar el botón rojo. Este tipo de decisión se puede chequear con terapia de pareja, con una pausa, o con más tiempo de introspección. A veces el silencio es la mejor respuesta.
• La sobredosis de contacto puede haber dejado fijada la lupa de lo que no me gusta de mi pareja. El/la otr@ ya era un imperfect@ antes, reduzca el zoom a través de una mirada más compasiva.
• Respete cómo su pareja vive la situación actual, aunque sea con una forma muy, poca o bastante distinta a la suya. Reconozca sus miedos y los del otr@ como dignos de existencia.
• Poner límites a nuestro ego que piensa que tiene la razón, este debe morir un poco y cooperar con el otro por el bien común. Esta cooperación será imprescindible a partir de ahora en todas las relaciones post covid-19. Tanto a nivel social, de pareja o individual.
• Valídese y alégrese si es el caso que su pareja está más consolidada en estos tiempos difíciles.
• Reconozca la amistad con su pareja ante lo difícil de la situación vivida. Lo que ha pasado nunca había pasado, y lo has transitado con él/ella.
• Dense mutuamente espacios para estar solos. Pacten sus momentos, por ejemplo, necesito estar solo en la habitación cada mañana una media hora para estar conmigo mism@. Sea lo más concret@ posible en su demanda.
• Establezca diálogos cuando ambos cónyuges estén tranquilos, no decidir el proyecto relacional desde el conflicto, el sistema nervioso debe estar relajado para poder construir con el otro, y más en una situación externa de alteración nerviosa.
• Discernir si lo que le pasa a mi pareja tiene que ver conmigo o es algo suyo. Quizás mi pareja está deprimida y no tiene que ver conmigo. Todos tendremos efectos post trauma.
• Valide los resultados positivos después del confinamiento total ya sea la oportunidad de descubrir a la otra persona, de profundizar en la relación, más espacio para compartir en la intimidad y explorar la sexualidad desde otro lugar.
• No olvide nunca que necesitamos al otr@ para crecer.
• Viviste la guerra con esta persona. De las gracias a su compañero/a por haberle acompañado, como pudo, en la experiencia traumática que hemos vivido, y de la que aunque quedan fases y secuelas que atender. Da igual si después siguen o se separan, un mínimo de gratitud a la persona que me acompaña en el día a día es una cuestión de humanidad.

Lo importante es que esta situación de crisis sanitaria es que nos aporte conciencia y responsabilidad, si somos conscientes de nuestros automatismos, sobre todo los que más actuamos con la pareja, podremos hacernos responsables y desarrollar maneras más sanas de relacionarnos. Saliendo fortalecidos a nivel individual y de pareja.

Toda crisis debe aportarnos claridad y compasión.

Por Jordi Gil Martin y Marta Grimalt Cespedes – Co-Directores de Gestalt Salut Psicoterapia