Creencias limitantes: Qué son y cómo se cambian

creencias limitantes

Post escrito por Jordi Gil y Marta Grimalt (directores de Gestalt Salut)

¿Qué son la creencias limitantes?

La familia deja huella en nuestro autoconcepto. Es en la infancia y en el seno de nuestra familia donde construimos la imagen de nosotrxs mismxs. Esta construcción se basa, en gran parte, en creencias acerca de cómo somos o deberíamos ser. Algunas de estas creencias son nutricias o potenciadoras, y otras son limitantes. 

En este artículo os explicamos qué son las creencias limitantes y cómo se gestaron estas creencias limitantes sobre las que construimos nuestra autoestima. Os brindamos ejemplos de creencias limitantes para detectarlas y ejercicios sobre cómo cambiar estas creencias y desmontarlas para que dejen de condicionar nuestra vida. 

Detectar las creencias limitantes: ¿Dónde, cómo y cuándo se construyen las creencias limitantes?

Durante la infancia, recibimos múltiples mensajes de nuestros adultos, principalmente nuestros padres, acerca de cómo somos y de cómo debemos ser.  A través de estos mensajes vamos construyendo nuestro autoconcepto. Cuando aprendemos una manera de ser que nos comprime, se hace necesario deshacerse de las creencias limitantes para poder desarrollar nuevas creencias potenciadoras.

Siendo niños y niñas, en pleno momento del desarrollo en el que se configura nuestra personalidad, vamos recibiendo mensajes y juicios acerca de cómo son las cosas, de cómo es el mundo y de cómo somos nosotrxs mismxs. Esto va configurando una manera propia y condicionada a la vez, de sentirnos y vivirnos. Dependiendo de cual sea nuestra crianza y el acompañamiento que recibamos de nuestros cuidadores, los mensajes que recibiremos serán más limitantes o más nutritivos y esto determinará una personalidad más adaptativa o más rígida. Las creencias limitantes pueden afectarnos de distintas maneras. 

¿Cuáles son las creencias limitantes más comunes? La Terapia Gestalt y los introyectos.

En terapia Gestalt, consideramos que una creencia es limitante cuando es general y/o absoluta y la hemos engullido, en lugar de asimilar tras un proceso de experimentación y asimilación. A este tipo de creencias les damos el nombre de “introyectos”. El proceso de introyección, estaría dentro de los mecanismos de defensa del ego. Es un proceso que se da, principalmente en la infancia, en el cual hacemos nuestras, ideas que vienen impuestas desde afuera. Estas ideas hacen referencia a cómo deben ser las cosas, sobre lo que está bien o está mal en nosotros mismos, los demás y el mundo. 

Esto está promovido por un estilo de crianza automatizado e inconsciente, que basa los procesos de aprendizaje en este mecanismo de la introyección. Independientemente de si estos mensajes son nutricios o son tóxicos, la vía de aprendizaje no es la adecuada, ya que se basa en tragar sin masticar, en engullir y no digerir. Algunas ejemplos de creencias limitantes que hemos introyectado pueden ser; 

  • Creencias limitantes sobre cómo ha de ser el mundo o la vida; “la vida es dura”, “hemos venido a sufrir” “la vida es sacrificio” “el mundo es un lugar peligroso” …
  • Creencias limitantes sobre nosotras mismas;debo ser buena/o” “soy una exagerada” “soy un inútil” “debo cumplir lo que se espera de mi” 

Al fin y al cabo necesitábamos apoyo y orientación, no juicios y profecías negativas. Esta es una asignatura pendiente que tenemos como sociedad. Si queremos que nuestros hijos e hijas se conviertan en adultos responsables, a la vez que felices y satisfechos de sí mismxs, es vital que revisemos cómo los estamos acompañando en sus primeros años de vida e intentemos cambiar o eliminar estas ideas tóxicas. Hemos de ser conscientes de que “el como yo acompañe esta etapa de desarrollo, determinará el adulto en que se convertirá mi hijo/a

¿Cómo cambiar y desmontar las creencias limitantes con las que construimos nuestro autoconcepto? Un proceso de desidentificación.

Como ya hemos dicho, los patrones de funcionamiento que conforman nuestra personalidad, se han construido en base a estos mensajes o creencias limitantes,  las cuales seguirán condicionando nuestra vida si no hacemos un trabajo de revisión y autoconsciencia. Es sabio y necesario cuestionar lo recibido. 

Como ejercicio para cambiar las creencias limitantes, hemos de reformular estos mensajes recibidos para desmontar y sanar la creencia limitante que quedó fijada y con la que nos hemos identificado hasta ahora. Esto supone un proceso de desidentificación. Estos mensajes son absolutos y generalistas, eso quiere decir que tienen un carácter definitivo (es siempre así y en todo los casos), son rígidos y no hay espacio para las particularidades y necesidades de cada momento. El objetivo de la reformulación es quedarnos con lo que nos sirve de ese mensaje y dotarlos de flexibilidad para que puedan ser útiles, a la vez que realistas. Un ejemplo de reformulación sería; 

  • Ejemplo de creencia limitante: el mundo es un lugar peligroso” 
    • Reformulación para cambiar la creencia limitante: en el mundo hay lugares peligroso donde tengo que estar atenta para que no me dañen y también hay lugares seguros donde me puedo relajar y estar tranquila” (no niego la totalidad de la creencia, sólo la hago flexible y más realista, es cierto que hay lugares peligrosos y también es cierto que los hay seguros. Esto se acerca más a la realidad.
  • Ejemplo de creencia limitante: “he de cumplir las expectativas de las otras personas” 
    • Reformulación para cambiar la creencia limitante: “puedo tener en cuenta lo que el otro espera de mí, al mismo tiempo que puedo escuchar lo que necesito, y según sea la situación le daré prioridad a lo que considere mejor en ese momento” (me libero del determinismo y me flexibilizo, doy espacio a escucharme y actuar en función de lo que es más nutritivo en cada momento)

Ejercicio para cambiar creencias limitantes por creencias potenciadoras.

¿Qué son las creencias limitantes y potenciadoras y cómo cambiarlas? Como venimos comentando, estos mensajes a veces son útiles, y son un patrimonio de nutrición pero otras son tóxicas. Como decía Fritz Perls, fundador de la Gestalt, es importante masticar las creencias heredadas, y desde esa masticación, no engullir sin más, si no filtrar cuales nos son nutricias y cuales tóxicas. 

Para crecer como individuos es necesario cuestionar lo recibido, y discriminar lo tóxico de lo nutricio. Es importante que actualicemos Estas creencias acerca de nuestra identidad y un primer paso es identificarlas, para ello os puede ayudar este ejercicio: Identificar creencias limitantes vs. creencias nutritivas.

A continuación compartimos un  ejercicio para cambiar creencias limitantes

Ejercicio parte 1: identificación de creencias limitantes heredadas. Ahora exploraremos e identificaremos algunos mensajes que nos llegaban de nuestros padres  sobre nosotros mismos y cómo era su visión de nuestra forma de ser. Se radicalmente honesto a la hora de responder a estas preguntas;

MENSAJES RECIBIDOS acerca de cómo soy:

  • Busca 3 mensajes o ejemplos de creencias limitantes que recibiste de tu padre acerca de cómo eras tu.  Por ejemplo; “eres un vago” “te esfuerzas poco” “no llegarás a nada en esta vida
  • Busca 3 mensajes nutritivos o potenciadores que recibiste de tu padre acerca de cómo eras tú. Por ejemplo: “eres muy inteligente”, “eres fuerte”, “eres buena persona
  • Haz lo mismo con los mensajes que recibiste de tu madre
  • De todos estos mensajes sobre ti y tu manera de ser…
    • ¿Que 2 cuestiones tomas que te son nutricias de tu padre?
    • ¿Que 2 cuestiones tomas que te son nutricias de tu madre?

Por ejemplo; vieron mi bondad y mi tenacidad

  • Déjate sentir los feedbacks nutricios en tu cuerpo, como alimentos existenciales que recibiste.
  • Déjate sentir los feedbacks limitantes en tu cuerpo, y date cuenta a que tono y actitud corporal te llevan. Cuando hayas recogido esa información, sal de ahí y busca un tono más vital y nutritivo. No te olvides que igual que entras en esos lugares oscuros también puedes salir, solo tienes que estar consciente y usar los recursos corporales de autorregulación. 

Ejercicio Parte 2: sanando creencias limitantes. Proceso de desidentificación.

  • Respecto a los feedbacks que sientes que te dañaron, ya sea minando tu autoestima o condicionando tus relaciones. Déjalas anotadas en un papel.
  • Reformula como te mostramos en el apartado anterior, quitándole ese carácter rígido y absolutista, acercándote a la realidad de quien eres; ej “no soy un vago todo el tiempo, existen cosa que me motivan por las cuales me esfuerzo
  • Escribe al final del mismo un sencillo: “No estoy de acuerdo y me libero de estas creencias pasadas, ya no me pertenecen
  • Esa hoja puedes guardarla en un cajón que no usas apenas, este documento no lo volverás a leer o puedes quemarlo aprovechando el ritual de san juan con el fuego, un fuego que quema muebles viejos y también puede quemar creencias viejas… para dar espacio a las nuevas. 

 Cuando me libero de mis creencias limitantes y de mis condicionamientos, se da el proceso de diferenciación.

 

Claves para cambiar las creencias limitantes: el proceso de individuación.

De igual modo, cuando ya hemos hecho este proceso de desidentificación y flexibilización de nuestro autoconcepto, también es sano dejar de juzgar a nuestros padres por  las creencias limitantes que proyectaron sobre nosotrxs. El pasado debe ubicarse en el pasado. Dejar a los padres con su destino. Diferenciarnos definitivamente del triángulo original para tomar y auto- responsabilizarnos de nuestro camino vital. Se trata de entrar en un proceso de autodependencia. Esta diferenciación es una liberación.

Esta forma de desarrollo, propia de la especie humana, fue denominada por Jung como proceso de individuación. No se trata aquí de caer en una exaltación del carácter individualista, sino de la realización de nuestra unicidad como individuos mediante la ampliación de nuestra conciencia. Jung lo define en estos términos: 

 

Se trata de ser lo que uno es, y de liberarse del pasado de una vez por todas. Somos seres únicos. Este proceso de independencia pasa por preguntarse y recordarse cada día «¿quién soy?» y «¿qué he venido a hacer aquí?» más allá del pasado y su posible condicionamiento traumático. Estamos en la búsqueda del propio valor y del sentido vital. Buscamos vivir un yo más profundo.

Quién soy, entonces.

Si hasta ahora nuestra respuesta era en función de los esquemas biográficos y la mayoría, por no decir todos, se han venido abajo o han concluido, ¿quién soy ahora? No podemos referenciarnos desde nuestros padres, es necesario autoreferenciarse y autoproclamarse desde uno mismo.

Para ello es importante entrar en un viaje de individualidad, al principio quizás hallemos la nada o el vacío, y de a poco entramos en un proceso de descubrimiento del “sí mismo”, de gran riqueza y plenitud.

Más allá del pasado, del padre y madre, de la primera parte de tu vida:

 Te invoco a saber quién eres

Te invoco a que te preguntes qué haces aquí

Te invoco a dejar el pasado en un saco

A soltar lo que te dolió para que se pudra o florezca

Te invoco a vivir dignamente

Y a morir dignamente, en paz con lo que eres y fuiste.

Te invoco a renacer

Te invoco a dar la mejor versión de ti mismo.

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